- Enseñar a aceptar una sola posibilidad gustosamente, con una visión positiva. "Hoy tenemos visita y no podrás ver los dibujos animados de la tele, pero lo pasarás muy bien jugando con tus primos".
- Enseñar a elegir entre pocas posibilidades. "Vamos al parque. ¿Qué cogemos, la bici o los patines?"
- Ampliar el número de posibilidades de elección. A partir de los diez años se les pueden presentar diversas opciones. Por ejemplo, elegir entre las posibilidades que presenta el colegio de actividades extraescolares, etc.
- Animar a los hijos a que hagan propuestas que, posteriormente, se valorarán entre todos los miembros de la familia de forma constructiva.
- Enseñar a tolerar cambios imprevistos y que suponen una alteración de su plan tras una decisión tomada.
Dos observaciones:
- Deben valorar los aspectos positivos y negativos de cada alternativa.
- Una vez elegido, deben soportar las consecuencias sin quejarse o echar la culpa a otros.